Cuando Jonathan Ott estaba redactando el capaítulo acerca de la ayahuasca en su libro Pharmacotheon, se dio cuenta que lo relacionado con este bebedizo enteogánico podrí­a expandirse más allá de lo era prudente incluir en esta obra de referencia. El motivo que daba pie a esta idea es la gran cantidad de plantas utilizadas como aditivos a la ayahuasca, que si bien es un jarabe preparado a partir de la liana Banisteropisis caapi, suele ir acompañada de una o varias plantas más (como vegetales que contienen DMT, otras plantas psicoactivas o un sinnúmero de plantas con supuestas propiedades medicinales, o vegetales que pueden modificar el efecto inicial de la pócima).

A esta amplio espectro de material botánico a considerar, cabe añadirle un nuevo descubrimiento: si la base más común para la ayahuasca son dos plantas que contienen respectivamente inhibidores de la monoamino oxidasa y triptaminas, pueden encontrarse alrededor del mundo una infinidad de vegetales que también presentan concentraciones significativas de estos principios activos. De aquí­ una de las ideas de Ott que subyacen a lo largo de todo este libro: la posibilidad de preparar bebedizos an logos a la ayahuasca con plantas que pueden encontrarse en diversas regiones geográficas del planeta: y de aquí también el subtí­tulo del libro: Enteógenos pangeicos. Y como efecto colateral, aun otra sugerencia de Ott: si pueden prepararse estos jarabes enteogénicos con una gran cantidad de plantas, esto puede frenar el ‘turismo’ enteogénico que acude a la amazoní­a en busca de la experiencia con ayahuasca, pudiéndose elaborar este jarabe en los lugares de origen de estos potenciales visitantes (y así­ salvaguardar la inestable paz y tranquilidad de estas comunidades indígenas, que buena falta les hace).

Así, en los capí­tulos del libro se abordan los siguientes temas: introducción a los enteógenos, cronología en el descubrimiento de la ayahuasca, plantas usadas tradicionalmente en la elaboración del bebedizo amazónico, farmacologí­a del yagé, ensayos psiconáuticos con compuestos aislados, nuevas plantas que contienen IMAOs y triptaminas (o sea, vegetales con los que se puede elaborar un preparado an logo a la ayahuasca), ensayos psiconáuticos con los an logos de la ayahuasca… y para finalizar, un apasionado canto a la necesidad de recobrar nuestra unidad con el planeta tierra, con Gaia, mediante unos enteógenos que crecen por todas partes y que pueden desvelarnos de nuevo las riquezas espirituales de nuestro planeta, así como ofrecernos un nuevo contacto con los sacramentos ‘auténticos’ y la experiencia visionaria que tantas veces está en la base de nuestra cultura.

Nota: si bien Ott ofrece una extensa lista de plantas con las que pueden confeccionarse los an logos de la ayahuasca, así­ como algunos ensayos psiconáuticos con algunas de ellas, cabe tener presente que la experimentaciòn sin precauciòn con plantas no estudiadas puede tener un riesgo elevado, pues estas pueden contener principios tóxicos (junto con los IMAOs o las triptaminas). Así­, es habitual tomar precauciones para evitar problemas estomacales o problemas más serios (como ocurrió en Italia, al estudiarse una nueva variedad de Phallaris aqu tica que se halló-la AQ1-, que si bien contiene una elevada concentración de DMT, también contiene otras sustancias tóxicas, que ocasionaron un grave problema al primer psiconauta que utilizó esta planta con finalidades enteogénicas sin tomar las precauciones adecuadas -como por ejemplo, filtrar el material preparado, o estudiar previamente los posibles riesgos).